Explorar el Caribe a bordo de un crucero culinario de Windstar fue una experiencia única. Navegar en un superyatch, combinado con la aventura de recorrer islas paradisíacas, hicieron de este viaje algo increíble. Durante siete noches, recorrí algunos de los destinos más bellos del Caribe, con suficiente tiempo para disfrutar de playas espectaculares, sumergirme en la cultura local y vivir actividades al aire libre que hicieron de este viaje algo inolvidable.

Este viaje fue algo diferente ya que por ser un crucero culinario, ofrecía una experiencia gastronómica única. Gracias a la colaboración con la James Beard Foundation y J Vineyards & Winery; cada día a bordo me permitió disfrutar de cenas con maridajes de vino, demostraciones de cocina y aprender más sobre los ingredientes frescos y las tradiciones culinarias del Caribe, todo mientras navegábamos por estas cálidas islas.
Cómo son los cruceros de Windstar
Windstar ofrece cruceros estilo yate que te permiten explorar el mundo de una manera más íntima, donde todo está pensado para ofrecerte una experiencia única y cómoda. Mi barco fue el Star Pride, que solo lleva a 312 huéspedes, por lo que se sentía muy familiar y con espacio para relajarme y disfrutar sin sentirme rodeada de multitudes.
A bordo, hay todo lo que necesitas para relajarte: un gimnasio bien equipado, un spa con sauna de cortesía, una piscina infinita, bares en la cubierta y jacuzzis donde puedes disfrutar de las vistas. Y lo mejor de todo: todas las comidas están incluidas, desde opciones deliciosas en el Yacht Club Café y restaurantes, hasta servicio a la habitación las 24 horas.
Lo que debes saber sobre el crucero culinario de Windstar:
Un viaje gastronómico con la James Beard Foundation y J Vineyards
Este no fue un crucero común. A bordo, tuvimos la oportunidad de vivir una experiencia gastronómica única, que incluyó:
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• Cenas exclusivas con maridaje de vinos, preparadas por chefs reconocidos.
• Demostraciones de cocina a bordo, con recetas que nos enseñaron a recrear en casa.
• Tour por un mercado local con el chef anfitrión, explorando ingredientes frescos y tradiciones culinarias.

Chef invitada: Jamilka Borges
Jamilka Borges, nacida en Puerto Rico, fue la chef invitada del crucero. Con una carrera impresionante, Jamilka fue semifinalista del premio Rising Star Chef de la James Beard Foundation y ha sido reconocida por su compromiso con la comunidad y la sostenibilidad. Actualmente, trabaja con 412 Food Rescue, una organización dedicada a combatir el hambre y el desperdicio de alimentos. Su pasión y dedicación por la cocina se reflejaron en cada plato que preparó a bordo. Además es co-propietaria de Lilith en Pittsburgh, Pensilvania. Un acogedor restaurante, fruto de muchos años de trabajo y sueños de las chefs Jamilka Borges y Dianne DeStefano.

Maridaje con J Vineyards & Winery
Para complementar esta experiencia gastronómica, J Vineyards & Winery se unió al viaje ofreciendo seminarios exclusivos de cata de vinos a bordo. Esta bodega, famosa por sus vinos espumosos, Pinot Noir y Chardonnay, se destacó por su innovación y diversidad. Bajo la dirección de Nicole Hitchcock, quien fue galardonada como Winemaker of the Year en 2022, aprendí sobre los maridajes perfectos y disfruté de vinos excepcionales en cada cena.

Crucero Culinario de Windstar por las Islas de Barlovento y los Cayos de Tobago
Día 1: Embarque en Oranjestad, Aruba
Llegué a Oranjestad dos días antes del embarque para explorar la isla con calma. Recorrí el centro de la ciudad, con su arquitectura colonial holandesa y tiendas pintorescas. Pasé un día en Renaissance Island, una isla privada famosa por su Flamingo Beach, donde los flamencos caminan libremente por la arena blanca. También visité las formaciones rocosas de Ayo y Casibari, impresionantes estructuras naturales que ofrecen vistas panorámicas de la isla. No podía dejar de visitar Eagle Beach, reconocida como una de las playas más hermosas del mundo, con sus icónicos árboles Divi-Divi inclinados por el viento. Al atardecer, me dirigí al Faro de California, un sitio emblemático de Aruba, perfecto para disfrutar de una puesta de sol inolvidable. También exploré el Puente Natural, las ruinas de Bushiribana y la pequeña Capilla de Alto Vista, cada uno con su propia historia.


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Día 2: Willemstad, Curazao
Nuestra primera parada fue Willemstad, una ciudad que parece sacada de una postal con sus edificios de colores y el famoso puente flotante Queen Emma. Me fui a recorrer el pueblo a pie, y disfruté cada calle, tienda, restaurante, escultura y la vibrante cultura de la isla.


Día 3: Kralendijk, Bonaire
Bonaire me robó el corazón con su ambiente cálido y sus playas espectaculares. Realicé un recorrido en TukTuk por el pueblo de Kralendijk, disfrutando de su encanto local. Luego, visité las salinas rosadas, un paisaje surrealista donde el agua adquiere tonalidades rosadas debido a la concentración de sal. Paseando por la costa, observé piscinas naturales de agua salada, pescadores en plena faena y acogedores restaurantes con vistas al mar. Bonaire es un paraíso para los amantes del esnórquel y el buceo, gracias a sus aguas protegidas y arrecifes de coral intactos.


Día 4: Día en el mar a bordo del crucero culinario de Windstar
Este día fue perfecto para relajarme y aprovechar las comodidades del barco. Desde el spa hasta la piscina en la cubierta, tuve tiempo para desconectarme completamente. Además, participé en demostraciones de cocina a bordo, donde la chef Jamilka Borges compartió recetas inspiradas en los sabores del Caribe. Los seminarios de vino de J Vineyards complementaron la experiencia, permitiéndome descubrir maridajes perfectos para cada plato.


Día 5: Mayreau, San Vicente y las Granadinas
Mayreau es una joya escondida en el Caribe. Es una isla deshabitada en la que disfrutamos de una barbacoa privada en la playa organizada por Windstar Cruises; con hamburguesas, pescado fresco, cócteles tropicales y música en vivo que animaba el ambiente. Las aguas turquesas de la isla son ideales para nadar, practicar paddleboard o simplemente relajarse en la arena blanca.


Día 6: Soufrière, Santa Lucía
Santa Lucía me cautivó con sus impresionantes Pitons, dos picos volcánicos que dominan el paisaje. Tomé un tour en bote con Sugar Boat hacia la famosa Sugar Beach, donde las vistas de los Pitons son simplemente impresionantes. Después, almorcé en Ladera Resort, allí disfruté de platos locales mientras contemplaba panoramas inigualables. Finalicé el día con una caminata por el pueblo de Soufrière, sumergiéndome en su cultura y la hospitalidad.


Día 7: Scarborough, Tobago
En Scarborough, Tobago, opté por un tour en un bote con fondo de cristal para ver los famosos arrecifes de coral de la isla. Una experiensia maravillosa y con vistas inolvidables. Luego me fui al pueblo, que queda justo al lado del puerto para hacer algunas compras en negocios locales.

Día 8: Bridgetown, Barbados
El viaje culminó en Bridgetown, Barbados, donde exploré su centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Me fui de paseo por sus calles llenas de historia, visitando mercados locales y tiendas de artesanías. Luego me fui un rato a la famosa Miami Beach de Barbados, una playa tranquila con aguas con agus turquesas que invitan al relax.

Una experiencia única a bordo de Windstar
Este crucero de Windstar fue, sin duda, una de las mejores formas de conocer el Caribe. Con destinos increíbles, un servicio de lujo, y una experiencia gastronómica incomparable, este viaje a bordo de un crucero íntimo fue una mezcla perfecta de aventura y sofisticación. Si buscas un crucero diferente, con la posibilidad de explorar el mundo y disfrutar de una experiencia culinaria de primer nivel, te recomiendo hacerlo en un superyatch de Windstar.